Cambiar de casa genera siempre cierto nivel de estrés debido al cambio de entorno y la preocupación por la adaptación que se requiere al nuevo vecindario.
Determina la fecha de la mudanza
El primer paso para tener una mudanza menos estresante es establecer una fecha. Ten en cuenta que los precios de las mudanzas son más altos durante los fines de semana y durante el verano.
En lo posible, trata de tener disponible tu nuevo hogar algunos días antes de la mudanza.
Contrata con tiempo la empresa para el traslado
Apenas tengas la fecha, comienza a investigar sobre las empresas de mudanza en tu región, su reputación y los servicios que ofrecen.
Haz una lista de pendientes
Una vez que tienes una fecha, comienza a realizar una lista de verificación de todas las tareas pendientes.
Haz una limpieza profunda de tu casa
El precio de una mudanza depende de la cantidad de objetos que necesites mover, así que es una excelente idea depurar tus posesiones antes de mudarte.
Reúne los materiales de embalaje
Si estás haciendo el embalaje por ti mismo, comienza a juntar los materiales de embalaje, como cajas, cinta adhesiva, papel de burbujas, entre otros.
Embala habitación por habitación
Esta podría ser la parte más estresante del proceso, ya que al mismo tiempo que vas embalando todo sigues con la vida cotidiana.
Empaca el kit de la primera noche
Imagínate que llegas a tu casa después de un día de mudanza, y todo está en cajas.
Etiqueta todo adecuadamente
No querrás comenzar tu vida en tu nuevo hogar en medio del caos de no saber dónde está nada.
Guarda los objetos de valor en un lugar seguro
Los documentos importantes y los objetos de valor, como las joyas, no deben hacer la mudanza con el resto de tus pertenencias.