Si vives en una propiedad arrendada y deseas tener tu casa propia, sabes lo difícil que es ahorrar para el enganche de compra al mismo tiempo que pagas el alquiler cada mes.
¿Qué es un alquiler con opción a compra?
Es un contrato entre un propietario y un inquilino donde se acuerda que el último tiene la posibilidad de adquirir la propiedad al final del período de alquiler.
También impide que el propietario ofrezca el inmueble en venta a cualquier otra persona durante ese tiempo. Completado el plazo, el arrendatario deberá ejercer la opción a compra o perderla.
Cómo funciona el alquiler con opción a compra?
En esta modalidad, el inquilino paga una renta mensual por vivir en la propiedad por un período determinado de tiempo, que suele ser de uno a tres años.
- Si el inquilino decide comprarla al final del período de alquiler, parte del dinero que ha pagado en concepto de renta se toma en cuenta como enganche para la compra.
- Además, algunas veces se acuerda que una fracción del alquiler mensual también se destine a una especie de «ahorro» que se utilizará como parte del precio final.
En algunos casos, los propietarios exigen el pago de una prima para asegurar este tipo de acuerdo. Esta podría o no ser devuelta si el inquilino-comprador decide no concretar la compra de la propiedad. Todo dependerá de las condiciones del contrato que ambas partes firmaron.
Ventajas del alquiler con opción a compra para el inquilino
1. Ahorro para la compra
Durante el período de renta, parte del pago del alquiler se puede aplicar a la compra, lo que les permite acumular una cantidad significativa de dinero para el enganche.
2. Estabilidad
Al firmar un contrato de alquiler con opción a compra, los inquilinos tienen la seguridad de no experimentar un desalojo mientras cumplan con los términos del contrato. Esto les brinda estabilidad y les permite establecerse en el vecindario sin la preocupación de tener que mudarse en un corto lapso de tiempo.
3. Posible apreciación del valor
Si el valor de la propiedad aumenta durante el período de alquiler, los inquilinos se benefician de esta apreciación al momento de comprarla. Esto les permite obtener una ganancia potencial en la propiedad sin tener que asumir el riesgo de una hipoteca tradicional desde el principio.
4. Flexibilidad en la negociación
Algunos contratos de este tipo permiten la negociación de precio y condiciones de compra al final del período de arrendamiento. Esto significa que los inquilinos pueden tener la oportunidad de obtener un mejor precio o condiciones más favorables en la adquisición de la propiedad.
Ventajas del alquiler con opción a compra para el propietario
1. Mantenimiento de la propiedad
Por lo general, el inquilino con opción a compra tiene la responsabilidad de mantener y reparar la propiedad durante el período de alquiler. Esto significa que el propietario no necesita preocuparse por los costos y el trabajo asociados con el mantenimiento de la vivienda.
Además, es más probable que lo haga muy bien porque al final comprará esa casa.
2. Potencial de venta
El propietario tiene la oportunidad de vender la propiedad en el futuro sin tener que buscar compradores en el mercado abierto. Esto puede ser beneficioso si la industria inmobiliaria está en baja.
3. Mayor tiempo para vender
Si el propietario tiene dificultades para vender la propiedad en el mercado abierto, alquilar con opción a compra le brinda más tiempo mientras mantiene su vivienda ocupada y recibe su pago mensual.
Esto le permite al propietario cubrir los pagos mensuales y evitar una venta apresurada a un precio más bajo.
El alquiler con opción a compra puede ser una buena alternativa para aquellos que desean convertirse en propietarios, pero que no están listos para comprar una propiedad de inmediato.
También puede ser beneficioso para el propietario, ya que garantiza un ingreso estable a través del arrendamiento y la posibilidad de vender la propiedad al final del mismo.
Cabe destacar que los detalles y las condiciones exactas del alquiler con opción a compra pueden variar según el acuerdo entre el arrendador y el arrendatario.
Por lo tanto, es recomendable revisar y negociar todos los términos del contrato antes de firmar.
Además, es importante tener en cuenta que como en cualquier transacción inmobiliaria, es aconsejable contar con asesoría legal y financiera para garantizar que se cumplan todos los requisitos y proteger los intereses de ambas partes.