Incluso si sabes que estás listo para comprar una casa, es posible que no sepas por dónde empezar. Estos consejos para compradores de vivienda por primera vez te guiarán a través de todo el proceso y te ayudarán a tener éxito encontrando y comprando la casa de tus sueños.
Mantén los pies sobre la tierra
Si comienzas la búsqueda de tu vivienda siendo guiado por expectativas altísimas y no por tu presupuesto, es muy probable que te decepciones al ver que no puedes comprar lo que deseas. Es necesario aterrizar esos sueños a la realidad y todo comienza conociendo con qué cuentas y para luego saber qué puedes comprar con esto.
A las entidades prestamistas no le importan tus necesidades ni tu situación financiera. Ellos se aseguran de proteger sus intereses y tú deberías hacer lo mismo. Recuerda que la cifra que los bancos te dan como pre aprobación de tu préstamo no tiene por qué convertirse en el tope de tu presupuesto. Eso solo significa que es lo máximo que ellos te pueden prestar bajo un riesgo razonable.
No tiene nada malo soñar en grande, pero si quieres comprar una casa sin endeudarte por encima de tu capacidad de pago, es necesario que mantengas todo en perspectiva. No pierdas de vista el objetivo: comprar la mejor casa que tu presupuesto puede pagar.
Asegúrate de entender los detalles financieros
Sea que decidas contratar un asesor inmobiliario o que hagas la compra por ti mismo, es crucial que tengas una comprensión completa de todo el proceso. Si terminas adquiriendo tu vivienda soñada, pero no entiendes lo que es un crédito inmobiliario, cómo funciona y las responsabilidades que conlleva podrías estar en problemas.
Por eso, la recomendación es a hacer una investigación exhaustiva sobre los créditos disponibles en las diferentes entidades, prestar atención a las tasas de interés, los plazos, los gastos asociados a la adquisición como seguros e impuestos.
Cerciórate de entender bien algunos términos con los que te cruzarás en el proceso, entre ellos: hipoteca, depósito inicial, depósito en garantía, costos o gastos de cierre y amortización.
Piensa como inversionista
En general, los precios de las propiedades tienen una tendencia a incrementarse con el tiempo. Además, una casa es un activo que no caduca y es un bien que puedes heredar, lo cual proporciona seguridad financiera y un legado para tu familia.
Inclusive, si la casa es grande, puedes optar por rentar una parte de ella para ayudar a pagar las cuotas del préstamo u otros gastos asociados al mantenimiento de la misma.
Con el fin de maximizar el potencial de tu inversión, debes obtener el mejor préstamo posible y comprar una casa bien ubicada, cercana de buenas escuelas, con óptimas vías de acceso y en un área con perspectivas de desarrollo. También puedes ir haciendo pequeñas mejoras que añadan valor a la propiedad, según tus finanzas te lo permitan.
Piensa a largo plazo
Cuando piensas a largo plazo, dejas de prestarle demasiada atención al color de las paredes o las lámparas, ya que es posible modificarlos. Por el contrario, comenzarás a darle importancia a los aspectos de la vivienda que no puedes cambiar, como la ubicación, el valor de las propiedades alrededor o la estructura de la casa.
Las terminaciones de los baños y la cocina, los pisos o el aire acondicionado puede ser modificado. Claro que implica gastos, pero ya que es una inversión a largo plazo y vivirás en esa casa por unos 10 años o más, no es dinero mal invertido.
Por otro lado, no olvides tener en cuenta en las necesidades de tu familia también a largo plazo. Tal vez ahora solo requieras una habitación, pero ¿qué sucede si tienes hijos o necesitas recibir invitados? Evita comprar una casa que puede quedarse pequeña con el paso del tiempo.
Ser constante a lo largo del proceso
Es común que comencemos la compra de una casa con ánimo, euforia y energía, invirtiendo muchas horas pensando y trabajando en ello. Sin embargo, también es normal que con el pasar del tiempo toda esa emoción se transforme en frustración.
Por eso, debes saber que en promedio se invierten 5 meses en el proceso de buscar una casa. Ese tiempo se refiere solo a la búsqueda de la misma, mientras que la obtención de una hipoteca y el cierre de la adquisición puede tomar unos dos meses más. Como ves, no es un proceso rápido y necesitarás toda la constancia que tengas.
No te apresures
Por último, no te precipites. Adquirir una vivienda es más como un maratón que a una carrera de 100 metros. Es decir, requerirá resistencia y perseverancia. Por momentos, puede parecer que estás progresando, que todo está saliendo bien, pero también es posible que surjan problemas inesperados que te desanimen.
El mercado inmobiliario cambia y cada semana salen a la venta nuevas propiedades. Si te apresuras y compras la primera casa que visitas, dejas de lado muchas buenas opciones que podrían ser incluso mejores que esa. Si logras mantener la calma durante el proceso, al final tendrás éxito en la compra de tu casa.
Recuerda aterrizar tus expectativas, cerciórate de entender tu crédito y los gastos asociados. Ten en cuenta que estás haciendo una compra importante, por lo que debes pensar a largo plazo en las necesidades de tu grupo familiar.
Es fundamental mantener tus emociones bajo control, porque puedes pasar por alto algunos problemas costosos y pagar de más por una casa si tus sentimientos nublan tu juicio.
Este proceso puede parecer difícil, pero es posible que el estrés de adquirir un hogar sea superado por el placer de ser propietario de una vivienda.
Comprar una casa con éxito requiere tiempo y conlleva esfuerzo. No te desanimes, sé paciente y al final encontrarás ese hogar que sueñas y necesitas.